Preguntas frecuentes

La escolarización puede realizarse en centros públicos, concertados o privados, ordinarios o específicos. Para la elección, es importante la orientación de los especialistas en atención temprana  que vayan a trabajar con vuestras hijas e hijos.

Las asociaciones de atención a las personas con parálisis cerebral tienen servicios de educación para todas las edades. Nuestros centros de Pontevedra (Amencer-ASPACE) y Sada (ASPACE-Coruña) cuentan con centros educativos.

Además, Amencer-ASPACE dispone del Centro de desarrollo neurológico infantil y de atención temprana ‘Primeros pasos’ (de 0 a 6 años) y la Asociación APAMP con el CAI (Centro de atención a la infancia), que ofrece un modelo integral de atención, interviniendo en las diferentes áreas del desarrollo del niño.

En la fase oral del desarrollo infantil, los pequeños se llevan a la boca todo lo que cogen. Por ese motivo, los juguetes han de ser grandes. Podéis pedir consejo al profesional que trabaje con vuestra hija o hijo acerca de sus gustos y os recomiende posibles adaptaciones del juguete: adaptadores de lápices, materiales antideslizantes, cuñas de espuma, etc.

Existen asociaciones y empresas jugueteras que adaptan sus productos  a las situaciones específicas en la etapa del desarrollo infantil.

La parálisis cerebral abarca una amplia variedad de síntomas. Algunas personas presentan manifestaciones graves en la función motora, mientras que otras tienen impedimentos leves. Existen casos con problemas sensoriales de visión, audición o percepción espacial; o también manifestaciones cognitivas relacionadas con el aprendizaje, el lenguaje y capacidad intelectual. Esta diversidad hace que el pronóstico varíe de una persona a otra. 

El tratamiento gira en torno a cuatro áreas:  fisioterapia, terapia ocupacional, logopedia y terapias recreativas.

  • La fisioterapia es el pilar del tratamiento de la parálisis cerebral. Se realizan ejercicios específicos para conseguir dos importantes metas: evitar el debilitamiento de los músculos que no se usan (atrofia por desuso); y evitar que los músculos se fijen en una posición rígida e incorrecta (contractura). El profesional utiliza métodos físicos como los masajes que ayudan a desarrollar pautas de movimientos correctos. También, os pueden aconsejar sobre cómo sujetar, colocar y trasladar a vuestra hija o hijo.
  • La terapia ocupacional se centra en optimizar las funciones del cuerpo y mejorar la postura con el objetivo de que la persona consiga la mayor autonomía posible. Aprenderán las actividades básicas de la vida cotidiana como vestirse, comer,  cocinar o hacer la compra. El terapeuta ocupacional conoce las ayudas técnicas y adaptaciones que pueden mejorar la calidad de vida de la persona con parálisis cerebral.
  • Durante los primeros meses de vida, los logopedas se centran en las dificultades que aparecen para beber o comer, debido a los músculos que mueven la boca, mandíbula y lengua. Más adelante, el profesional os ayudará si vuestra hija o hijo presenta problemas para comunicarse,  ejercitando los músculos fonatorios y empleando dispositivos alternativos de comunicación.
  • Las terapias recreativas refuerzan los aspectos físicos, psicológicos y sociales. Destacan las terapias artísticas ( danza, teatro, pintura), terapia de caricias ( técnica de masaje infantil), musicoterapia, hidroterapia, terapias asistidas por animales ( con perros, caballos, delfines).

La parálisis cerebral no tiene cura, es una lesión irreversible que no evoluciona, sin embargo los síntomas que se manifiestan podrán ir modificándose.

Existen  tratamientos que pueden contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas con parálisis cerebral, por eso es importante que la niña o el niño puedan recibir estimulación temprana con el objetivo de potenciar al máximo su desarrollo.

La familia observa en su hija o hijo que no evoluciona con el comportamiento de desarrollo común. Los síntomas clínicos pueden ser:

  • Ausencia de coordinación en movimientos voluntarios (ataxia).
  • Músculos rígidos, tensos y reflejos exagerados (espasticidad).
  • Variaciones en el tono muscular, de flácido a rígido.
  • Temblores o movimientos involuntarios.
  • Dificultades para sujetar la cabeza, sentarse, gatear o andar.
  • Falta de interacción con las personas del entorno: no fija la mirada, no responde a estímulos…

Ante cualquier duda es importante que la familia acuda al pediatra o médico de cabecera o para que pueda realizarle una valoración exhaustiva y saber si existe una posible discapacidad.

Newsletter

Boletín

de Noticias