Más de trescientas personas llegadas desde distintos puntos de Galicia recorrieron el centro histórico de Pontevedra para apoyar así la primera marcha sobre ruedas organizada desde ASPACE-Galicia en colaboración con el concello de Pontevedra
Sobre patines, bicicletas, patinetes, sillas de ruedas, sillas de bebés o caminando, pero todos con el mismo objetivo: apoyar y dar visibilidad a las capacidades del colectivo de las personas con parálisis cerebral así como reivindicar la accesibilidad en el ámbito urbano. Con este propósito, más de trescientas personas procedentes de toda Galicia, quisieron participar el pasado 6 de julio en la I Marcha sobre Ruedas organizada desde ASPACE-Galicia en colaboración con el concello de Pontevedra.
Miguel Anxo Fernández Lores, alcalde de Pontevedra, era el encargado de dar el pistoletazo de salida a esta iniciativa solidaria que tenía como punto de partida la Avenía de Montero Ríos y que se enmarca dentro de las actividades realizadas con motivo del Año Gallego de la Parálisis Cerebral. Victor Riobó, campeón de atletismo, y Maika, usuaria de AMENCER-ASPACE, eran los encargados de guiar esta marcha sobre ruedas, siendo seguidos por usuarios de todos los centros ASPACE-Galicia, representantes del programa Hefesto así como por el resto de participantes que quisieron poner su granito de arena en esta actividad reivindicativa e integradora.
Tras un pequeño recorrido por las principales calles del casco histórico de la ciudad del Lérez, la marcha ponía su punto y final en la Avenida de Montero Ríos, donde Sergio González, usuario de AMENCER-ASPACE, leía un pequeño manifiesto en el que hacía un llamamiento a toda la ciudadanía resaltando que “no hay dos personas idénticas, que cada cual tiene unas características propias, que son únicas, individuales e irreemplazables. De la misma forma todos tenemos capacidades para unas cosas y todos tenemos limitaciones en otras”.
Finalizada la marcha, los asistentes se acercaron hasta la plaza de Mugartegui para reponer fuerzas, donde pudieron degustar productos tradicionales como pulpo o empanada gallega. Sin duda, la mejor forma para dar por concluido un día en que, el colectivo de personas con parálisis cerebral eran los auténticos protagonistas.