El lunes Gabriel y Javi en representación del grupo de Ejerzo Mis Derechos – en adelante EMD – de APAMP visitaron el Concello de Vigo para hacer llegar una carta a Alcaldía. Acompañados por Amaya, abogada de Federación ASPACE Galicia, los usuarios mantuvieron una charla informal con la Jefa de Transporte.
Son las 10 de la mañana cuando Amaya llega al centro de APAMP. A los pocos minutos aparece en escena la cita de la abogada, Gabriel. Preparan los documentos, donde el usuario firma la carta que quieren presentar a Alcaldía, una carta que recoge las demandas de accesibilidad llevadas a cabo por el grupo de EMD.
Al salir, caminan dirección Rúa das Teixugueiras donde harán uso del transporte público, Vitrasa para coger la línea 5B dirección al Concello de Vigo. Cerca de las once, el bus aparece por la rotonda siendo avisado de que debe parar por un gesto. El conductor aproxima el autobús al bordillo de la acera para desplegar la rampa de accesibilidad. Gabri, como usuario de sillas de ruedas eléctrica, depende de la rampa para acceder al transporte público.
Ya dentro del bus corrige lo máximo posible la posición de la silla, pero sin ponerse totalmente recto a contra marcha. Esa posición es la obligatoria por seguridad, pero le impide acceder al botón de aviso. Un pequeño círculo azul, colocado en el extremo – pegado al respaldo – es la llave que permite a las personas con movilidad reducida avisar al conductor. Un aviso que, ademas de señalizar la parada, orienta al conductor para saber que debe desplegar la rampa.
«El botón debería estar donde la pegatina del carrito de bebé, no es nada accesible, tengo que retorcerme para poder acceder (…) a veces, sin ayuda, no puedo acceder a él»
Gabriel, miembro de EMD y usuario de silla eléctrica.
El trayecto de 34 minutos aparentemente fácil y sencillo, se complica a la llegada al destino. Entra en juego las medidas de una silla eléctrica que, por normal general, son más amplias que una de ruedas ordinaria. En términos generales, el ancho total oscila entre 60-80 cm, la longitud total entre 100 – 130 cm y, la altura total, entre 90-110 cm.
Gabriel tiene que salir marcha atrás del autobús, pero no será una maniobra fácil. Lo primero, necesita de una tercera persona que le oriente durante la maniobra, ¿por qué tan difícil? Parte de la flota de Vitrasa, no cuenta con las modificaciones necesarias para favorecer las maniobras. Al salir marcha atrás de su posición, la persona usuario de una vehículo PMR – Persona Movilidad Reducida – se encuentra con la primera barrera: un agarre metálico, bastante largo que esta en medio de la barra que divide el espacio reservado.
El espacio entre la puerta y los asientos, no permite un giro fácil de la silla, de tal manera que pueda salir hacia delante. Por ello, Gabri depende de las indicaciones de una tercera persona, además de tener que maniobrar hacia la derecha o izquierda para, dentro de lo posible, salir recto.
Tras varios giros, consigue encaminar la silla lo más recta posible por la rampa efectuadlo su salida del vehículo.
Concello de Vigo
Javi espera por sus compañeros en la plaza del Concello. Los tres terminan por encaminarse la interior de la instalaciones del Concello de Vigo, su destino: la planta 11. En en la última planta donde mantienen una conversación informal con la Jefa de Transporte. Pintado, comenta sobre las mejorías llevadas a cabo en 20 autobuses que circulan por las calles de Vigo, así como la llegada de otro tantos para este año. Muestra entusiasmo y presta atención a Gabriel y Javier.
Tras un conversación participativa entre los representantes del grupo EMD y la Jefa de Transporte, esta última comentaba que tomó nota de los comentarios sobre adaptabilidad que trasladaron los usuarios. Esto es ciertamente correcto pues la Sra. Pintado no es la primera vez que mantiene contacto con miembros de APAMP, escuchando y actuando.
Un claro ejemplo de actuación, es la parada de autobuses en la Rúa das Teixugueiras. Una plaza hecha sobre la acera, sin que los coches puedan aparcar y/o estacionar. Con un bordillo rebasado que favorece el despliegue de las rampas de acceso, una «plaza perfecta» como bien le comentaba Javier. La parada del autobús se realiza en la misma carretera, de esta manera, se evita que los coches usen la parada para estacionar y/o aparcar.
En lo referente a los autobuses, los nuevos traen modificaciones que fueron mencionadas en el Concello. Por ejemplo la disprosio del botón o la barra lateral, que ahora sólo está hacia el lado del asiento. Ademas, al sacar los sillones abatibles, el espacio parece más amplio. Esto se puede apreciar en la imagen extraída de la web de Vitrasa.
Vuelta a Navia
Al finalizar la visita tanto Gabriel, Javier como Amaya cogen un bus de vuelta a Navia. La ruta los deja en la avenida Castelao, donde el conductor tuvo que maniobrar, pues un turismo estaba estacionado en la parada. Con ello dificulta el estacionamiento de un autobús de unos 12 metros de largo. En esta situación, Javier comenta que «dependiendo del conductor, a veces, me tienen dejado en la carretera y tengo que llegar hasta el paso de peatones más cercano para subir a la acera«.
Una situación que esperemos que cambie con las nuevas modificaciones en las paradas de autobuses. Ademas en la carta para Alcaldía, se recogen otros puntos como es la accesibilidad en las playas de Vigo, los conciertos de Castrelos y los baños adaptados en las playas. Líneas de acción que se llevan demandando desde el año pasado.
Ahora toca esperar por una respuesta favorable a las demandas del grupo de Ejerzo Mis Derechos de Vigo por parte de Abel Caballero, edil de Vigo.