La parálisis cerebral constituye un desorden neurológico que impacta los movimientos y la coordinación muscular de aquellos que la experimentan. La singularidad de esta condición radica en su variabilidad, la cual se debe a la diversidad de trastornos asociados. Cada tipo de parálisis cerebral incide en distintas áreas del cerebro, dando lugar a una amplia gama de síntomas. A continuación, te explicamos los diferentes tipos de parálisis cerebral.
¿Cuántos tipos de parálisis cerebral existen?
Parálisis cerebral de tipos espásticos
La parálisis cerebral espástica es uno de los tipos de parálisis cerebral más comunes que existen. Según algunos estudios, afecta en torno al 70-80% de todos los casos que se diagnostican.
Aquellas personas afectadas por esta variante de parálisis cerebral enfrentan complicaciones en la regulación de algunos o todos sus músculos, los cuales tienden a experimentar rigidez y debilidad. Estos músculos suelen ser los responsables de sostener sus brazos, piernas o cabeza.
La aparición de la parálisis cerebral espástica generalmente se vincula con el mal funcionamiento de las células nerviosas en la capa externa del cerebro, conocida como corteza cerebral.
Además, pueden presentar algún grado de dificultad para caminar. Éste dependerá del tipo de parálisis cerebral espástica que tengan. Así, podemos dividirla en tres subtipos:
Diplejia espástica
Los pacientes que padecen esta variante experimentan principalmente rigidez en los músculos de las piernas, notándose una menor afectación en los brazos y el rostro.
Se detecta generalmente durante la infancia, cuando el bebé no cumple con los hitos del desarrollo físico. Es otro de los tipos de parálisis cerebral más comunes. Un signo de alerta se da cuando los recién nacidos no utilizan las piernas para gatear y se centra en los brazos. Su causa principal es la asfixia neonatal, como también las lesiones que pueden producirse durante el parto.
Los síntomas de esta parálisis cerebral son muy variados, pero destacan:
- Dificultades con el habla
- Incapacidad para caminar sin ayuda
- Desarrollo anormal de las habilidades motoras
- ‘Cuello flojo’ y extremidades rígidas
- Diferentes problemas cognitivos
- Convulsiones
Hemiplejia espástica
Esta hace que uno de los lados del cuerpo presente dificultades de movimiento. Estos problemas se centran, sobre todo, en el brazo del lado afectado.
Se origina a partir de una lesión cerebral, específicamente en la corteza motora, o debido a una disfunción, que puede manifestarse de diversas maneras. En los niños con hemiplejía espástica, la condición a menudo resulta de lesiones ocurridas antes, durante o poco después del nacimiento.
Entre el 70% y el 90% de los casos de hemiplejía espástica son de origen congénito, mientras que un 10% a 30% son adquiridos. La hemiplejía espástica adquirida indica que el trastorno no se ha transmitido genéticamente. Por ejemplo, si un médico no toma medidas ante la detección de sufrimiento fetal, podría ocasionar una lesión cerebral que, a su vez, desencadenaría en una parálisis cerebral espástica hemipléjica.
La prematuridad representa otro factor de riesgo para la hemiplejía espástica, ya que puede resultar en el subdesarrollo de órganos, lo que, a su vez, podría desencadenar una lesión cerebral hipóxica.
Los signos de la hemiplejía espástica pueden abarcar:
- Tendencia a mantener una mano cerrada en puño.
- Desafíos en el equilibrio y la marcha.
- Dificultades en la destreza manual y en las actividades cotidianas.
- Retrasos en el logro de hitos del desarrollo.
- Preferencia por una mano sobre la otra.
- Rigidez muscular en un lado del cuerpo.
- Debilidad en una parte del cuerpo.
- Problemas en la posición de las extremidades al caminar.
- Espasmos musculares y temblores.
- Posturas incorrectas al sentarse.
- Contracciones musculares.
Cuadriplejia espástica
Se trata del tipo más grave de parálisis cerebral espástica. Viene marcada por la incapacidad de utilizar las extremidades, tanto superiores como inferiores. Con esta parálisis, se tiene un riesgo mayor de desarrollar problemas de la columna vertebral, trastornos del lenguaje, convulsiones, deformidades y problemas cognitivos.
Parálisis cerebral hipertónica
Las características de esta variante de parálisis cerebral, son los músculos anormalmente relajados y una disminución del tono muscular. En los bebés, este tipo de parálisis dificulta el desarrollo de un correcto control de la cabeza. A medida que los bebés van creciendo, pueden presentar diferentes problemas y dificultades para sentarse correctamente, hablar, caminar o tener reflejos deficientes.
Otros síntomas pueden ser:
- Espasmos musculares
- Resistencia muscular al intentar realizar movimientos
- Contracciones aleatorias
- Problemas respiratorios
Parálisis cerebral no espástica
La parálisis cerebral no espástica se caracteriza por la presencia de movimientos anormales en los brazos, las manos y las piernas. Esto dificulta el control de los movimientos del cuerpo y la coordinación. Pueden presentar movimientos lentos o movimientos rápidos y bruscos, dificultad para caminar y sentarse o dificultad en el habla. Todo esto provoca que tengan dificultad con las habilidades motoras finas, como coger pequeños objetos.
Parálisis cerebral mixta
Se produce cuando diferentes partes del cerebro están lesionadas. Así, los síntomas que aparecerán son una mezcla de diferentes síntomas de los diferentes tipos de parálisis cerebral.
Los síntomas y problemas más comunes que experimentan son:
- Músculos rígidos y movimientos involuntarios
- Combinaciones de de movimientos espásticos y flácidos
- Convulsiones
- Problemas cognitivos, para hablar y tragar
- Babeo
- Problemas de visión
- Parálisis cerebral atáxica
Este tipo de parálisis está causada por la afección del cerebelo. Las personas que la padecen tienen graves dificultades para controlar el equilibrio. De este modo, si aprenden a caminar, lo harán de manera inestable.
Parálisis cerebral tipos y características del tratamiento
La identificación de cada variante de parálisis cerebral se lleva a cabo mediante diversas pruebas y exámenes especialmente diseñados para niños que la padecen. Para una evaluación completa de estos casos, se requiere la colaboración de diversos profesionales en campos médicos, psicopedagógicos y sociales. El tratamiento necesario debe ser personalizado para cada paciente, dado que presentarán necesidades funcionales y terapéuticas particulares, que varían según el tipo de parálisis y su edad.
Si quieres aprender más sobre parálisis cerebral, te invitamos a ver este video de YouTube.
En ASPACE, nos comprometemos en apoyar a pacientes con parálisis cerebral y a sus familiares, con el objetivo de ayudarles a mejorar su situación y calidad de vida.